En busca de la simbiosis

     La palabra ecosistema nos hace pensar en una diversidad de entornos situados a nuestro alrededor. Todos y cada uno de nosotros ayudamos a conformar distintos ambientes en los que confluyen multitud de formas de vida. Pero si abandonásemos, durante un momento, nuestra perspectiva de protagonistas indiscutibles del medio en el que vivimos y mirásemos a través de un microscopio, probablemente tomásemos conciencia de que nosotros mismos somos un increíble y maravilloso ecosistema. Existe, además, una parte de ese extenso mundo habitado por microorganismos, que juega un papel fundamental en el mantenimiento de la salud, al que, sin embargo, sometemos a toda clase de agresiones de forma continuada, como si realmente fuese indestructible: el intestino. Y ¡ay!, una vez que sus habitantes se enfadan, nuestra vida puede volverse muy, pero que muy difícil. 

    SIBO, IMO, LIBO, permeabilidad intestinal, sobrecrecimiento fúngico, histaminosis, intolerancias alimentarias, ¿seguimos? Tanto si todo esto te suena, como si no lo has oído en tu vida, si estas aquí es porque ya te has dado cuenta de que algo no anda bien ahí dentro.


   
 Este es un espacio dedicado a tratar estos temas desde el punto de vista del afectado. Quizá te sirva de guía para poder empezar. O quizá logre aclararte algún concepto sin que te pierdas en tecnicismos. O ¿por qué no?, puede que aquí encuentres los enlaces que necesitabas para seguir buscando información. Lo peor durante estos procesos es sentir que se viven en soledad y con la incomprensión de los que nos rodean. Pero no, no es incomprensión, es falta de información. Por suerte, cada vez hay más divulgación acerca de la microbiota. Yo te ofrezco mi visión particular, la vivencia de un período marcado por la disbiosis. ¿Me acompañas? 



Comentarios

Entradas populares de este blog

La divulgación, imprescindible para dejar de estar abandonados a nuestra suerte

El impacto emocional en el paciente